La velocidad de carga es un aspecto que muchas veces queda relegado a un segundo nivel. Como si no tuviera importancia o no dependiera, en cierto punto, de los programadores o desarrolladores de los sitios web.
Es cierto que, muchas veces la velocidad de carga es un aspecto difícil de controlar. ¿Hasta qué punto depende de la propia web y no del usuario y de su compañía de Internet? Todo ello lleva a que la velocidad de carga sea uno de los aspectos que quedan descuidados dentro de la propia estrategia digital de las marcas.
No obstante, una buena estrategia digital puede influir en gran medida en la velocidad de carga. Por ello, es uno de los aspectos que no deben descuidarse.
La velocidad de carga y la tasa de conversión
El éxito de una campaña o producto reside en la tasa de conversión. En la medida en la que la marca alcanza sus objetivos, más éxito se considera que tiene. Y en principio, el objetivo principal de gran parte de las marcas es incrementar su tasa de conversión.
Las diferentes estrategias de marketing digital van dirigidas a incrementar la tasa de conversión. Es decir, en convertir leads en clientes, por ejemplo, a través del email marketing. Las diferentes llamadas de atención, estrategias, y la optimización del diseño van encaminados a que cada vez la tasa de conversión sea más alta.
Es decir, a que cada vez más clientes se identifiquen con la marca y quieran formar parte de su comunidad. Dicho de otro modo, atraer al buyer persona a fin de que realicen una o más compras.
No obstante, los resultados se ven gravemente perjudicados si la velocidad de carga no es efectiva. Es decir, que si va demasiado lento es probable que se pierdan visitas. Los usuarios que se aburran pueden abandonar la web incluso antes de consultarla.
Según datos de Kissmetrics, en el caso de que se produzca un segundo de retraso en la velocidad de carga, se produce una pérdida del 7% en la conversión. En cambio, si el segundo de retraso tiene lugar en el móvil, la pérdida aumenta hasta el 27%.
Navegación móvil
En la misma medida que la velocidad de carga afecta a la navegación tradicional, la navegación a través de otros dispositivos como el móvil también se ve muy afectada. En ese sentido, resulta incluso más importante cuidar la velocidad de navegación en el móvil, por encima de la de otros dispositivos.
No hay que olvidar que cada vez más usuarios usan su dispositivo móvil. Si bien es cierto que los datos son cambiantes y dependen de las páginas consultadas por los usuarios. Pero cada vez más usuarios navegan a través de su dispositivo móvil. Y es que cerca del 80% de los usuarios provienen de dispositivos móviles.
Por otro lado, mientras que los hábitos de consumo han cambiado, a favor del móvil, los usuarios también se han vuelto más impacientes. Estos buscan resultados inmediatos y no quieren ni pueden esperar a que las imágenes o el texto carguen. Si la página no se carga rápido, estos abandonarán la página web sin ni siquiera verla.
Por su parte, Google ya ha visto venir el problema y ha querido facilitar la tarea a los programadores. El proyecto AMP (Accelerate Mobile Pages) pretende reducir y optimizar el código HTML de las páginas web para los dispositivos móviles.
La velocidad de carga y el ROI
La velocidad de carga también puede afectar al ROI. El ROI indica si la campaña en cuestión va a obtener beneficios. Por eso, es lógico que la velocidad de carga también afecte al ROI. En la medida en la que la velocidad de carga afecta a la conversión de usuarios, esto desencadena que el ROI se vea afectado.
Grandes empresas como Amazon o Google han explicado hasta qué punto la velocidad de carga afecta al ROI. Para Amazon, un segundo de retraso en la velocidad de carga supone 1,6 millones de dólares en ventas anuales.
Por su parte, Google, el mayor motor de búsqueda y sin duda la referencia para muchos, también puede verse afectado por la velocidad de carga. Según el gigante, ralentizar la velocidad de carga en cuatro décimas de segundo haría que disminuyeran hasta 8 millones de búsquedas.
La velocidad de carga y el SEO
Pero Google, no es el único que se ve estrepitosamente afectado por la velocidad de carga. Esta también tiene efectos secundarios. Así, el SEO también se ve afectado por la velocidad de carga. Y es que, aunque el posicionamiento web es totalmente independiente de la velocidad de carga, es cierto que puede verse afectado.
La velocidad de carga puede favorecer, o no, el posicionamiento de un sitio web. Sobre todo, para colocarse en la primera página de resultados. Es cuestión de segundos, o minutos perdidos. En ese tiempo puede que Google haya indexado otro sitio web sobre el mismo tema y le de prioridad por delante.
Sin duda alguna, estos datos ejemplifican muy bien hasta qué punto la velocidad de carga puede penalizar otras acciones de la estrategia digital de la marca. No sólo en la perdida de usuarios, sino también en el posicionamiento de los propios productos.
Cuándo es culpa del sitio web
Cuando una web es lenta, el error más frecuente es el 500. Este error se produce cuando la web no está disponible pero puede deberse a varios factores.
Los errores 500 y 501 suelen producirse por fallos en el servidor o la web. Por ejemplo el 500 es cuando hay un fallo en el código de configuración. Mientras que el 502 es cuando el servidor da una respuesta errónea.
En cambio también pueden producirse errores 503 y 504, ambos por sobrecarga en el servidor. En el caso de la sobrecarga de servidores hay que saber que es por culpa del sitio web.
Una de las causas más plausibles es el uso de plugins que ralentizan la carga o que el CMS utilizado para generar contenido, como WordPress no esté optimizado. Aunque también puede deberse a un hosting de mala calidad.
Velocidad adecuada
No existe una cifra concreta que deba aplicarse. De hecho, resulta difícil establecer una velocidad de carga fija que no varíe según otros factores. Pero lo que sí se puede establecer son los márgenes recomendables.
Se ha demostrado que una velocidad de carga de tres segundos, o por encima, no es nada recomendable. De hecho, esa velocidad no hace más que afectar negativamente al ROI y al SEO de la web. Por ello, lo óptimo sería tener una velocidad de carga de menos de tres segundos.
Por otro lado, las páginas AMP rondan el medio segundo de carga. Se trata de un sistema depurado y perfeccionado. Ese sería el objetivo para las páginas web. Aunque se trata de un objetivo algo difícil de alcanzar, siempre deben aspirar a reducir al máximo la velocidad de carga del sitio.
Un segundo o menos de un segundo sería lo ideal, pero dos segundos también es aceptable. Todo depende de la inversión que se quiera realizar y de las posibilidades que tiene la web de reducir su velocidad de carga.
Cómo reducir la velocidad de carga de la web
Existen ciertos factores que ayudan a reducir la velocidad de carga del sitio web. Por ejemplo, se aconseja tener el hosting en el mismo país en el que se crean los contenidos. O más específicamente, que se encuentre cerca del público objetivo.
Y, aunque es cierto que eso puede favorecer la velocidad de carga, no es un aspecto fundamental que puede perjudicar gravemente al sitio web.
Se pueden optimizar otros recursos más habituales y fáciles de modular. De este modo, el propio creador puede reducir la velocidad de carga en apenas unos pasos.
1.- WordPress
Muchos creadores de contenidos utilizan blogs para compartir sus producciones. Y muchos de ellos recurren a un CMS como WordPress.
Un consejo para reducir la velocidad de carga fácil de aplicar es escoger un tema lo más ligero posible. De este modo se pueden controlar los plugins, entre otros. Se pueden eliminar aquellos que sobren o sustituirlos por plugins de caché.
Aunque se trate de dos detalles, estos pueden entorpecer enormemente la velocidad de carga del sitio web. Por eso, mejorándolos se mejora en gran medida la velocidad de la web.
2.- Imágenes
Optimizar las imágenes de la web debe ser un aspecto fundamental para las marcas que generen contenidos web. El peso excesivo de estas puede perjudicar negativamente a la velocidad de carga. En la medida en la que las imágenes están optimizadas y pesen menos, la página web se cargará antes.
Existen plugins que optimizan las imágenes, pero si se hace antes de subir el archivo, mejor.
3.- Bases de datos
Las bases de datos deben permanecer actualizadas. En el caso de acumular usuarios innecesariamente se reducirá la velocidad de carga del sitio. Y es que al crear una nueva tabla, con nuevos datos, se multiplican los plugin y se genera información que se acumula. Con el tiempo la base de datos puede ser demasiado grande y pesada con datos que no tienen un fin concreto.
Por ello, se debe actualizar cada cierto tiempo la base de datos y eliminar todos aquellos usuarios que se hayan dado de baja. Es decir, eliminar todo lo que no sirva. El fin es que sea lo más ligera posible.
Herramientas para controlar la velocidad de carga
1.- Page Speed Insights
Se trata de la herramienta de velocidad de carga de Google. Permite ver cómo se muestra la web, ya sea a través del móvil como a través de otras plataformas.
La herramienta ofrece consejos técnicos que además puntúan las páginas según lo bien o mal que lo están haciendo. También muestra los puntos clave que deben mejorarse u optimizarse.
2.- GTMetrix
También es una herramienta gratuita que se basa en la tecnología de Page Speed y Yahoo. Sirve para realizar ciertos estudios de la página web. La herramienta diagnostica la velocidad de carga de la web y ofrece información detallada. Además tiene en cuenta factores como Java Script y las imágenes, entre otros.
Alcanzar más usuarios
La velocidad de carga puede afectar de forma positiva o negativa a las diferentes estrategias de marketing digital. Así, reducir la velocidad de carga puede ayudar a llegar a más usuarios y convertirlos en clientes.