¿Estás seguro que el formulario de tu landing page es el ideal? ¿Cuál es la mejor hora para enviar tus comunicaciones por email? ¿Impactan adecuadamente las imágenes que acompañan a tus estrategias de marketing digital? ¿Las llamadas a la acción son lo suficiente relevantes para el usuario final?
Muchas preguntas que no tienen una respuesta única. De hecho, no hay ninguna fórmula que sirva de manera inequívoca para cualquier campaña ya que el marketing digital no es una ciencia exacta.
Un gran error en muchas campañas de marketing online es tratar de responder a estas cuestiones teniendo en cuenta la perspectiva de las personas de la empresa. Nos enamoramos de nuestras propias ideas y diseños y eso nos lleva a tomar decisiones que no están validadas por las únicas personas que tienen derecho a hacerlo: los usuarios, que suelen comportarse de maneras diferentes a como las planteamos.
Una solución adecuada es plantear tests A/B de todos los elementos de cualquier campaña de marketing digital, una acción que ayudará a evaluar el rendimiento de diferentes variables en una lista de registros real.
Sin embargo, pese a que cada vez más empresas dedican el esfuerzo adecuado a diseñar estrategias comparativas de tests A/B para adaptarse a las necesidades de los usuarios, algunas caen en alguno de los siguientes 3 errores fatales para la conversión:
1.- No definir el objetivo de manera clara
Si no sabes qué objetivo quieres poner en cuestión es complicado que la comparativa dé los resultados esperados.
Ya sea captar nuevos suscriptores, reducir la tasa de rebote, potenciar el engagement y la actividad en redes sociales o aumentar el tiempo promedio de cada una de las visitas, tener un objetivo claro es una obligación para que la estrategia de tests A/B funcione y ayude a aumentar las conversiones.
Además, es importante definir las métricas que se van a utilizar para conocer el rendimiento de cada una de las variables. Si, por ejemplo, decides que el objetivo es incrementar el número de formularios que se cumplimentan la estadística que mayor valor tiene será la cantidad de usuarios que lo rellenan.
2.- No identificar una variable relevante
Uno de los principales errores en una estrategia de tests A/B es intentar comparar demasiadas variantes al mismo tiempo.
Para que un test funcione debes intentar comparar dos variables de sólo uno de los elementos dejando fijos el resto. Es importante que todos los demás elementos sean idénticos en la comparativa y sólo variar la dimensión que se está probando.
De esta manera tendrás toda la seguridad de que el resultado del test es el adecuado.
3.- No dirigir las pruebas a un número adecuado de registros
Un test A/B debe dirigirse siempre a una pequeña parte de la lista de registros y el porcentaje debe ser el mismo en ambas variables comparativas.
Un error fatal para la conversión es que el porcentaje de registros no sea lo suficientemente grande o la base de datos no esté correctamente segmentada como para que los resultados sean extrapolables al resto.
Además, es importante decidir de antemano con qué porcentaje se puede considerar que la comparativa se va a considerar interesante.
Como resumen, es vital que una estrategia de tests A/B no cometa el error de no definir los objetivos, comparar más de una variable a la vez o dirigirse a un número no adecuado de registros.